
Nací en Sevilla. Fui gimnasta durante la infancia y, durante mis años académicos, entrenaba a niñas pequeñas para campeonatos de gimnasia deportiva. Siempre me apasionó el flamenco y el arte. De alguna forma siempre me he sentido atraída por el movimiento corporal.

Atravesé por momentos de vacío en mi vida, y fue ahí cuando me lancé a tener un primer contacto con la meditación, hace ya más de doce años.

Posteriormente, en Estados Unidos, me introduje de pleno en la práctica del yoga y la meditación, lo que alimentó las ganas de que quisiera que formara parte de mi vida desde un punto personal y profesional.
Siempre he sido una persona muy dinámica y en mis clases, me encanta motivar a los alumnos. Soy una enamorada del yoga, que además sólo me ha aportado cosas positivas. Entre ellas, no sólo ver cómo voy aprendiendo a medida que pasan los años, sino también lo que aprendo de mis alumnos durante las clases.
